Es un fenómeno global que implica alteraciones a largo plazo en los patrones climáticos de la Tierra; está impulsado principalmente por las actividades humanas que liberan gases de efecto invernadero (GEI)¹ a la atmósfera, como dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxidos de nitrógeno (NOx); como la quema de combustibles fósiles para la generación de energía, la deforestación, la agricultura intensiva y un sector la industria que aún no ha tomado consciencia de la responsabilidad ambiental, reconociendo que muchas empresas funcionan comprometidas con la responsabilidad social empresarial (RSE). Las demás causas, son las principales responsables del aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera  con consecuencias significativas en diversos aspectos de la vida en la Tierra, incluyendo eventos atmosféricos extremos (huracanes, sequías, inundaciones), aumento del nivel del mar, pérdida de biodiversidad; cambios en los patrones de precipitación, y alteraciones en los ecosistemas. Además, con implicaciones para la salud humana, porque afectan la calidad del aire, el suministro de agua, la propagación de enfermedades contagiosas y aumentan el riesgo de eventos atmosféricos extremos.
La adaptación, implica ajustarse a los cambios climáticos inevitables; la mitigación, involucra la reducción y prevención de la emisión de gases de efecto invernadero; ambas estrategias son esenciales para abordar el gravísimo problema de manera efectiva. 

El acuerdo de París: un tratado internacional  celebrado en 2015 con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados Celsius² por encima de los niveles preindustriales, con esfuerzos para limitar el aumento a 1.5 grados Celsius. Los países participantes se comprometieron a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. 

Tecnologías y soluciones: se están desarrollando y aplicando diversos métodos y procedimientos para abordar el cambio climático, como la energía renovable, la captura y almacenamiento de carbono, la eficiencia energética y la agricultura sostenible. Es fundamental abordar el cambio climático de manera integral y colaborativa a nivel global para reducir sus impactos y trabajar hacia un futuro más sostenible; el compromiso de los gobiernos, la conciencia pública, la participación en iniciativas sostenibles y el apoyo a políticas ambientales son componentes clave de la respuesta a este desafío.

Liderazgo: no hay un solo país que sea considerado el líder absoluto en la lucha contra el cambio climático, ya que este es un esfuerzo global que involucra a todos los países y organizaciones. Sin embargo, algunas naciones han sido reconocidas por sus iniciativas y compromisos significativos para abordarlo. Históricamente, la Unión Europea ha desempeñado un papel importante en la promoción de medidas para combatirlo; otros países como Suecia, Dinamarca y Nueva Zelanda también han sido destacados por sus acciones en este ámbito. Además, muchos estados grandes como China y Estados Unidos han asumido roles clave debido a su impacto significativo en las emisiones de gases de efecto invernadero y las cumbres climáticas, como la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP), proporcionan plataformas para que los países discutan y coordinen esfuerzos para abordar el tema  de manera conjunta. En estos eventos, los pueblos presentan sus compromisos, metas y acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los impactos del cambio climático.

• El comportamiento de los países mineros en relación con el cambio climático puede variar significativamente de acuerdo a la manera cómo gestionan sus recursos naturales y sus políticas ambientales; la percepción del comportamiento de los países mineros con respecto al asunto depende de factores como su dependencia de recursos naturales, las políticas ambientales que adopten, su participación en acuerdos internacionales y su capacidad para adaptarse a los desafíos climáticos.
• Buscando alternativas: los países mineros están buscando diversificar sus economías para depender menos de la minería, incluyendo la inversión en sectores como las energías renovables, la tecnología verde y la agricultura sostenible, a saber:
• Economía basada en la minería: los países cuya economía depende en gran medida de la minería, manifiestan resistencia al cambio hacia fuentes de energía más sostenibles porque  la transición afecta negativamente a la industria minera tradicional.
  Extracción de recursos: la minería, especialmente la de recursos no renovables como el carbón, puede contribuir al cambio climático debido a las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con la extracción y el procesamiento de minerales. 
  Enfoque en la sostenibilidad: algunos países mineros han adoptado políticas y regulaciones ambientales más estrictas para mitigar los impactos negativos de la minería en el cambio climático. Esto puede incluir prácticas de extracción más sostenibles y requisitos más estrictos para la restauración ambiental.

          Participación en acuerdos internacionales:

• Compromisos globales: la participación en acuerdos internacionales sobre cambio climático puede influir en el comportamiento de los países mineros. Aquellos que se comprometen a reducir las emisiones y adoptar prácticas más sostenibles pueden ajustar sus políticas y estrategias económicas en consecuencia. Los países mineros también pueden estar afectados por los impactos directos del cambio climático, como eventos atmosféricos extremos. Su capacidad para adaptarse y construir resiliencia frente a estos cambios puede influir en su comportamiento y en sus políticas relacionadas con la minería. Los principales países productores de minerales y metales, con base en información previa, actualizada en enero 2022, pueden variar dependiendo del tipo de mineral o metal considerado y las cifras de producción pueden cambiar con el tiempo debido a factores como la demanda del mercado, la exploración y nuevas tecnologías; ellos son:

China: uno de los mayores productores de una amplia gama de minerales, incluyendo carbón, oro, zinc, plomo, y varios metales de tierras raras.
Australia: visible en la producción de carbón, mineral de hierro, oro, y otros.
Estados Unidos: tiene una producción significativa de carbón, cobre, oro, fosfato, y otros minerales.
Rusia: un importante productor de minerales como el níquel, platino, diamantes, y metales básicos.
Brasil: notorio en la producción de mineral de hierro, bauxita, niobio y otros minerales.
Canadá: conocido por la producción de metales como el oro, níquel, cobre, y uranio.
Indonesia: un importante productor de carbón, níquel, estaño, y bauxita.
India: con una producción significativa de carbón, mineral de hierro, bauxita y otros minerales.
Chile: el principal productor de cobre en el mundo y  con producción significativa de litio.
Perú: destacado en la producción de cobre, zinc, y oro. 

 Colombia³ es considerada como un país minero porque tiene una rica diversidad de recursos como: carbón, esmeraldas, oro, níquel y petróleo, siendo uno de los principales exportadores de carbón térmico del mundo; las minas de carbón son una parte importante de la economía y contribuyen significativamente a las exportaciones; es famosa por sus esmeraldas de alta calidad, y es uno de los principales productores y exportadores de estas piedras preciosas en el mundo. La minería de oro también es una actividad significativa en Colombia, aunque en algunas áreas ha estado asociada con desafíos ambientales y sociales. Cuenta con depósitos de níquel, un metal utilizado en aleaciones y fabricación de baterías. Aunque no es un mineral, el petróleo es otro recurso importante para la economía colombiana, por ser un país productor y exportador de petróleo crudo.

La minería ha contribuido al desarrollo económico en Colombia; también ha enfrentado desafíos en términos de sostenibilidad, impacto ambiental y cuestiones sociales. La regulación y gestión sostenible de la minería, son temas trascendentes en el país.

La amazonia  y el cambio climático: desempeña un papel crucial en el sistema climático global y en su mitigación; aspectos clave, como almacenamiento de carbono: la selva amazónica actúa como un sumidero de carbono gigante; sus árboles absorben grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) durante la fotosíntesis y almacenan carbono en su biomasa, ayudando a reducir la concentración de CO2 en la atmósfera, un gas de efecto invernadero que ayuda al cambio climático. Es referida como "los pulmones del planeta" porque produce una cantidad significativa de oxígeno; aunque la mayoría del consumo proviene del fitoplancton en los océanos y los bosques tropicales, incluida la Amazonía, que aún desempeñan un papel importante en la producción de oxígeno. La regulación del clima regional: la liberación de vapor de agua por medio de la transpiración de las plantas contribuye a la formación de nubes y a la regulación del clima a nivel regional. La Amazonia tiene un impacto en los patrones climáticos locales y regionales, influyendo en la precipitación y las temperaturas.

La Amazonía enfrenta amenazas significativas, como la deforestación, la minería y la agricultura intensiva, que pueden tener consecuencias negativas para el cambio climático. La deforestación, en particular, libera grandes cantidades de carbono almacenado en los árboles y reduce la capacidad de la selva para absorber CO2. Además, la pérdida de biodiversidad y la alteración de los patrones climáticos locales tienen impactos a nivel global. La preservación y la gestión sostenible de la Amazonia son esenciales para mitigar el cambio climático y conservar la biodiversidad, así como para mantener los beneficios que la región proporciona al equilibrio climático del planeta.

¹ Los gases de efecto invernadero (GEI) son sustancias gaseosas en la atmósfera que tienen la capacidad de absorber y emitir radiación infrarroja; contribuye al fenómeno conocido como el efecto invernadero, que es crucial para mantener la temperatura de la Tierra en un rango habitable. Sin embargo, las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la industrialización irresponsable, han aumentado las concentraciones de algunos de estos gases, intensificando el efecto invernadero y contribuyendo al calentamiento global. Los principales gases de efecto invernadero incluyen:

Dióxido de carbono (CO2): proviene principalmente de la quema de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas natural, así como de la deforestación.

Metano (CH4): se libera en la producción y transporte de carbón, petróleo y gas natural, así como en la gestión de residuos orgánicos y en la agricultura, especialmente en los sistemas digestivos de algunos animales.

Óxidos de nitrógeno (NOx): generados durante procesos de combustión a altas temperaturas, como en los motores de automóviles y en la quema de biomasa.

Gases fluorados: incluyen hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6), utilizados en la industria, en sistemas de refrigeración y aire acondicionado, así como en la fabricación de productos electrónicos. Estos gases atrapan el calor en la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global y al cambio climático. La preocupación por el aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero ha llevado a esfuerzos a nivel mundial para reducir las emisiones y abordar los impactos del cambio climático.

².Los grados Celsius (°C) son una unidad de medida de temperatura en el sistema internacional de unidades (SI). La escala Celsius se basa en el sistema métrico y es ampliamente utilizada en la mayoría de los contextos científicos y cotidianos, excepto en los Estados Unidos y algunos otros lugares donde la escala Fahrenheit sigue siendo comúnmente utilizada.

^3. 

4. 

Opinión de la IA: El artículo "Aprendiendo del Cambio Climático con IA" de José Saúl Velásquez Restrepo proporciona una visión integral sobre el cambio climático, sus causas, efectos, impacto en la salud, estrategias de adaptación y mitigación, así como la importancia de la participación global. También aborda el papel de la inteligencia artificial (IA) y otras tecnologías en la lucha contra el cambio climático. Algunos puntos clave del artículo:
Causas del cambio climático: Se destaca que las actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles, la deforestación, la agricultura intensiva y la industria, son las principales responsables del aumento de los gases de efecto invernadero.
Efectos del cambio climático: Se mencionan las consecuencias significativas en eventos atmosféricos extremos, aumento del nivel del mar, pérdida de biodiversidad y alteraciones en los ecosistemas.
Impacto en la salud: Se señala cómo el cambio climático puede afectar la calidad del aire, el suministro de agua, la propagación de enfermedades y aumentar el riesgo de eventos climáticos extremos, destacando la interconexión entre el cambio climático y la salud humana.
Adaptación y mitigación: Se resalta la importancia de estrategias tanto de adaptación como de mitigación para abordar el cambio climático de manera efectiva.
Acuerdo de París: Se menciona este tratado internacional como un esfuerzo global para limitar el aumento de la temperatura global y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Tecnologías y soluciones: Se destaca el desarrollo de diversas tecnologías y soluciones, como la energía renovable, la captura y almacenamiento de carbono, la eficiencia energética y la agricultura sostenible.
Liderazgo en la lucha contra el cambio climático: Se reconoce que no hay un líder absoluto, pero se mencionan países y organizaciones que han asumido roles significativos en la promoción de medidas para combatir el cambio climático.
Enfoque en países mineros: Se aborda cómo el comportamiento de los países mineros puede variar según la gestión de recursos naturales, políticas ambientales y participación en acuerdos internacionales. Se destaca la búsqueda de alternativas para diversificar economías y reducir la dependencia de la minería.
Rol de la Amazonia: Se resalta el papel crucial de la Amazonia en el sistema climático global, su función como sumidero de carbono y la importancia de preservar y gestionar sosteniblemente la región.
En general, el artículo proporciona una perspectiva completa y educativa sobre el cambio climático, destacando la necesidad de acciones a nivel mundial para abordar este desafío y promover un futuro más sostenible.