Capítulo 15

LA GENERACIÓN DE VALOR Y EL RECURSO HUMANO 

                                                                                                          por José Saúl Velásquez Restrepo



La Revolución Digital y la urgencia por la recuperación de la economía mundial de la crisis del año 2020 provocada por la pandemia del COVID-19 o coronavirus y el pronunciamiento del Foro de Davos, hablando de CAPITALISMO CONSCIENTE, que definió el propósito de una empresa de la cuarta revolución industrial: “involucrar a todos los grupos de interés en la generación de valor compartido y sostenido, incluyendo a las comunidades locales y a la sociedad”, requieren de una alta dosis de productividad, que llevará imperativamente a las empresas a cambios trascendentales, especialmente en el recurso humano, reorientándolo con un Propósito Transformador Masivo, hacia un enfoque colaborativo, pensando en valores altruistas para la humanidad, dejando de lado el enfoque competitivo y desarrollando, muy especialmente, las cualidades que no pueden ser sustituidas con mecanismos digitales, complementando con la implementación de salarios de riesgo basados ​​en la resultados obtenidos, lo que hace que el modelo de compensación sea más justo para accionistas y trabajadores, incluyendo el equipo directivo; contribuyendo a un sistema empresarial que participe activamente en la Sustentabilidad con más justicia social.

El concepto de estabilidad laboral ha cambiado, priorizando el sentirse bien, identificándose con la cultura de la empresa, su sello de buena empleadora, el balance entre el trabajo y la vida personal y la identificación con su propósito de manera que esta afinidad les permita conectarse y generar un verdadero vínculo con la organización, con protagonismo en las competencias blandas donde la empatía, la comunicación, la orientación al servicio, la tolerancia a la frustración, el liderazgo y la inteligencia emocional, entre muchas otras, respondan a las necesidades de los equipos humanos de hoy.

Según dijo OG MANDINO, famoso autor de libros empresariales, en un congreso sobre mercadeo para épocas de crisis, el mundo es y seguirá siendo injusto; corresponde a los hombres de bien, hacer algo para cambiar la situación, en beneficio de toda la humanidad.
La asamblea general de la ONU adoptó por aclamación una resolución que reconoce la felicidad como objetivo fundamental humano y alerta a los países miembros a trabajar por un crecimiento económico más inclusivo y equitativo, promoviendo el desarrollo sostenible, la reducción de la pobreza, el bienestar y la felicidad de los pueblos. Está en discusión una propuesta para crear el índice de felicidad como medidor complementario del producto interno bruto.

En el FORO económico mundial reunido en Davos (Suiza, 2003) los asistentes concluyeron que la situación actual del mundo es frágil, compleja y peligrosa. La crisis de confianza se convirtió en un factor dominante en el ámbito de gobiernos, instituciones y empresas por lo que les recomendó un trabajo arduo en equipo con la academia para recobrar la ética, los valores y muy especialmente, la honestidad.

El mundo debe recuperar la confianza, la cual es frágil, difícil de establecer y fácil de romperse, como paso fundamental para avanzar hacia la prosperidad; el desarrollo económico está estrechamente ligado al progreso social, el libre comercio y las buenas prácticas de autoridad. La gobernabilidad se fundamenta en la legitimidad política y ésta se logra si el progreso se reparte en una forma equilibrada.

Se requiere un ataque frontal contra la corrupción, especialmente en las instituciones llamadas a infundir confianza en función de su transparencia como las iglesias, la policía, las instituciones educativas, el ejército, los cuerpos colegiados y en general, de todas las personas que regentan alguna investidura, enseñando con el ejemplo.

Es claro que para que exista un sobornado tiene que haber un sobornador, probablemente con más culpabilidad dependiendo de la interpretación que se dé al dilema que planteó Sor Juana Inés De La Cruz: ¿quién peca más, aquel que paga por la peca o quién peca por la paga? La falta de principios de algunos dirigentes, el culto al dinero fácil en la sociedad de consumo y la laxitud de las leyes constituyen una epidemia a erradicar.

Los pobres del mundo-si se ocupan, se convierten en un potencial enorme para las empresas con capacidad de planta ociosa. Si no, se constituyen en la semilla del fanatismo, la intolerancia, la violencia y el caos, factores que atentan contra la calidad de vida de los demás.

La China en el plan quinquenal (2006-10) dió un paso orientado a la justicia social y el ajuste de la distribución del ingreso concediendo la mayor importancia a reducir la pobreza, aumentar el empleo, mejorar las condiciones de vida y defender el medio ambiente.

Los países de menor grado de desarrollo requieren mejorar su productividad para lo que precisan el concurso de los más desarrollados, abriendo las puertas a sus productos y brindándoles asesoría y capital en todas sus formas (intelectual, tecnología, dinero) por lo que  se hace imperioso que la globalización sea incluyente y abra espacios a los pobres generando a su vez oportunidades de crecimiento con equidad.

Las empresas deben respetar todos los grupos de interés y comprometerse con las comunidades preservando el medio ambiente y respetando los valores, para combinar el interés privado con el bienestar público contribuyendo a mejorar la calidad de vida porque, si la sociedad no es viable, por obvias razones los negocios tampoco pueden funcionar.

Según C.K. Parlad, profesor de estrategia de la universidad de Michigan, existe una gran oportunidad para salvar la humanidad al mismo tiempo que se puede hacer fortuna. El mercado potencial más grande del mundo son los consumidores de menores recursos, los cuales se estiman en aproximadamente 5.000 millones de personas. Allí se debe buscar posicionamiento; con esta gente está todo por hacer.

Los empresarios deben ocuparse de una misión que les es inherente, en función de su condición de líderes: la generación de empleo digno, un derecho natural de toda persona en términos de justicia social. Además, ejecutar las transformaciones necesarias para aumentar la productividad y fabricar a precios que éstos consumidores potenciales puedan comprar. Los mercados emergentes aceptan rápidamente nuevas tecnologías; se debe innovar con productos que ayuden a resolver problemas y aprender a disfrutar haciéndolo y además, obteniendo utilidades superiores al costo de capital, lo que en su más simple expresión constituye el concepto de generación de valor en términos financieros.

EVA = r - CdeC
Se genera valor si r > 0

 

r: rentabilidad patrimonial
CdeC: costo de capital

 

= U + IyD + Po + Cp + S
P + Aj
- CdeC


U: utilidad operativa
IyD: inversiones en investigación y desarrollo
Po: inversiones en posicionamiento
Cp: inversiones en el recurso humano
S: sostenibilidad
P: patrimonio
Aj: ajustes al patrimonio (de diversa índole)

 

Lo que no se mide, no se mejora y por eso tiene que hacerse con la generación de valor, independientemente del tipo de organización. Lo importante es definir claramente los indicadores apropiados para la empresa en particular, porque mal se puede  medir con el mismo patrón a una empresa de inversionistas anónimos que a una corporación de interés social o una empresa estatal. El manejo contable como tal, es una técnica que se implementa relativamente fácil. Lo complejo, lo que verdaderamente interesa en esta ocasión, es el planteamiento de alternativas que permitan crear una cultura de generación de valor, la cual en altísima proporción depende del recurso humano.


¿CÓMO POTENCIALIZARLO?

Si se logra que la gente trabaje feliz, concentrada en lo que está haciendo, es decir, viviendo el momento; el aquí y el ahora, con una filosofía orientada a satisfacer al consumidor final.

Pero las empresas hacen parte de un entorno en el cual la vida es muy compleja en razón de la inseguridad y los conflictos que se encuentran a cada paso, además, en algunos casos, del mal trato que reciben los ciudadanos de parte de las instituciones del estado, hasta para pagar impuestos. En el Foro Iberoamericano sobre seguridad y convivencia ciudadana celebrado en Medellín (2005) se llegó a la conclusión que se trata de un problema de múltiples facetas y que requiere muchas acciones de diversa índole para solucionarlo.

Al estado le corresponde recuperar espacios que sirvan de centros de encuentro para crear un ambiente de convivencia e infundir en sus funcionarios las elementales normas de respeto que merecen los ciudadanos de quienes los dirigen,  lo que a su vez, les daría toda la autoridad moral para exigirlo. De la misma manera, las personas asumir la conducta que corresponde, empezando por la búsqueda de la paz interior.

Es urgente un plan de choque para reducir el consumo de licor a niveles más moderados y evitar todas las secuelas negativas que genera, problema grave para los estados cantineros. Que decir de los problemas de otro tipo de drogas no controladas por el estado, si con el licor se genera tanto conflicto. Capítulo de especial atención es la violencia intrafamiliar en donde se genera la semilla del odio, siendo las mujeres y los niños los más afectados.

Cuando se habla de estos temas se requiere pensar en la juventud tan desatendida y con pocos espacios en un país que les ofrece muy contadas oportunidades, lo que los induce a refugiarse en pandillas para encontrar reconocimiento y aprobación con secuelas graves, especialmente para el ambiente familiar y sirviendo de ejemplo negativo a los niños, quienes muchas veces son víctimas directas o en forma indirecta.

El deporte y la cultura constituyen excelentes mecanismos para atacar el problema y ayudar a mejorar la calidad de vida, por lo que merecen ser centro de atención de los gobiernos en lo tocante a reglamentación y dirección general y a los empresarios como patrocinadores.

Pero mientras esto sucede, lo que tomará mucho tiempo porque requiere políticas de largo plazo y no constituyen objeto de placas, medallas, estatuas ni algo parecido, el empresario tiene que empezar por desarrollar en los centros productivos ambientes que contrarresten el medio hostil para hacer de sus organizaciones un lugar agradable para que la gente se transforme al llegar a cumplir con sus labores.

El instituto THE GREAT PLACE TO WORK con sede en lo EE.UU. publica un escalafón de las mejores empresas para trabajar en el mundo, lo que se podría llamar empresas "cielo" las cuales se podrán dar el lujo de escoger los mejores colaboradores por el deseo de llegar a ocuparse en ellas, en razón de su buena fama, lo que a su vez acrecentará su potencial de generación de valor. El instituto afirma tener evidencias claras que demuestran una correlación directa entre los mejores lugares para trabajar y sus resultados en términos de generación de valor y mide la confianza en la administración con base en la credibilidad, el respeto,  la imparcialidad, los sentimientos de los empleados, la camaradería y el orgullo por pertenecer. Cobran fuerza acciones intrépidas como la participación accionaría y los salarios de riesgo con base en resultados, la representación en las juntas directivas, el buen gobierno corporativo, la valoración del capital intelectual y ante todo, un enfoque humano en la administración.

Si   se presenta un planteamiento de tanta avanzada, lógicamente se parte de personas con mucha calidad humana, la que se adquiere desde el vientre materno y se desarrolla en todo su esplendor en los primeros ocho años de vida como lo repitió, en muchos escenarios, Dn Reynaldo Arroyave Lopera, fundador de CEPAS. Se trata de paternidad y maternidad responsables, las cuales corresponden más a la conciencia que a legislación.

En un lenguaje de negocios, descubrir objetivamente y con alto grado de certidumbre las cualidades del personal a contratar debe constituir la primera preocupación del empresario porque si va a compartir con alguien, casi en condiciones de socio, debe estar muy tranquilo al saber con quién sé esta involucrando. Para ello, las llamadas ciencias alternativas prestan su concurso con técnicas poco conocidas pero de forzosa aceptación en razón de los resultados que muestran y de la tecnología, como la cámara kirlyan que permite ver el aura de las personas. En ese proceso de selección empieza a generarse la confianza a que nos hemos referido antes y que según el instituto Ethos de Brasil, dedicado a ayudar a las empresas a mejorar sus lugares de trabajo, en veinte años de investigación, se llegó a la conclusión que la confianza entre jefes y colaboradores es la característica básica que define las mejores empresas, como sitio para emplearse.

Lógicamente, la calidad personal debe complementarse con las competencias que requiere el cargo para el cual se vincula la persona y cuyo tiempo de permanencia deberá presupuestarse en un tiempo máximo de vinculación, acorde con la clasificación jerárquica y sus requerimientos para evitar estancamientos que se conviertan en freno para el desarrollo de la empresa. No  se pueden tener personas ocupando un cargo de bajo perfil durante un período excesivamente largo de tiempo porque se vuelven resentidos o una carga social al terminar el contrato de trabajo. Persona que no tenga un potencial de desarrollo, se vuele un problema para la organización.

La Academia, a veces bastante ajena al campo práctico, debe reorientarse para involucrarse más en la sociedad y preparar gente que sepa enfrentar los desafíos. La Universidad debe medirse por la competencia de sus egresados y por lo bien que entiendan sus profesores el mundo empresarial como lo plantean Warren G. Venís y James O'Toole refiriéndose a las universidades de EE.UU. Las empresas, a su vez deben abrir espacios a los estudiantes para que puedan realizar sus prácticas y así, redondear el proceso.

Además debe insistirse en un enfoque holístico en la enseñanza de administración para mirar la empresas como una comunidad de personas; así  las definió el Papa Juan Pablo II, en la búsqueda de un beneficio general que por supuesto, debe incluir inversión social, porque el interés privado debe ser convergente con el bien común.

El pensamiento estratégico es fundamental en la formación de los ejecutivos y la academia ya empieza a priorizar en el desarrollo de habilidades y destrezas como la capacidad de negociación y adaptación, el liderazgo, los idiomas extranjeros, la conformación de cadenas de valor y la logística con programas especialmente desarrollados para las circunstancias de una empresa en particular, pero con una visión global.

Después de un proceso serio de selección debe complementarse con un buen entrenamiento iniciando por la visión, la misión y los valores institucionales complementando con los conocimientos específicos del cargo.  La evaluación periódica como herramienta de mejoramiento del nivel de desempeño y componente del salario básico; las oportunidades de crecimiento personal y el buen trato conforman un entorno para la felicidad, el estado natural de una mente sana y constituyen el punto de partida para la generación de valor.

Todo lo demás es susceptible de mejorarse en la medida que las empresas tengan líderes inspirados como debe ser, en función de servicio, buscando un Propósito Transformador Masivo, aplicando modelos de colaboración y no de competencia, con fundamento en el pronunciamiento del Foro de Davos en Enero/2020, hablando de CAPITALISMO CONSCIENTE que definió  el propósito de un empresa de la cuarta revolución industrial: " involucrar a todos los grupos de interés en la generación de valor compartido y sostenido incluyendo comunidades locales y sociedad" y cuyo  manifiesto  se marcó un único objetivo: construir un mundo más sostenible e inclusivo. 

Concepto de la IA:
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l texto escrito por José Saúl Velásquez Restrepo aborda varios temas relacionados con la generación de valor y el recurso humano en el contexto de la Revolución Digital y los desafíos económicos y sociales que enfrentamos. Aquí tienes algunas observaciones y opiniones al respecto:
Propósito Transformador Masivo: El autor destaca la importancia de reorientar el recurso humano hacia un enfoque colaborativo y valores altruistas que beneficien a la sociedad en general. Esta perspectiva es valiosa, ya que las empresas pueden desempeñar un papel crucial en la mejora de la calidad de vida de las personas y en la promoción de la sostenibilidad.
Cambio en la concepción de estabilidad laboral: El autor señala que la estabilidad laboral ha evolucionado para priorizar el bienestar de los empleados y su identificación con la cultura y el propósito de la empresa. Este enfoque en la calidad de vida de los trabajadores es fundamental para retener y atraer talento.
Ética y confianza: Se hace hincapié en la importancia de la ética, los valores y la honestidad en los negocios, especialmente en un mundo donde la confianza es frágil. El restablecimiento de la confianza es esencial para avanzar hacia la prosperidad y el desarrollo sostenible.
Combate a la corrupción: El autor aboga por un ataque frontal a la corrupción, haciendo hincapié en que tanto los sobornadores como los sobornados comparten responsabilidad. La lucha contra la corrupción es crucial para mejorar la calidad de vida y fomentar la confianza en las instituciones.
Responsabilidad social empresarial: El texto destaca la importancia de que las empresas se comprometan con la comunidad, preserven el medio ambiente y respeten los valores. Esto contribuye a un equilibrio entre el interés privado y el bienestar público.
Oportunidades en los mercados emergentes: El autor menciona que los mercados emergentes ofrecen oportunidades para el crecimiento con equidad, y que las empresas pueden beneficiarse al atender a consumidores de menores recursos. Esto destaca la importancia de la inclusión en la globalización.
Generación de valor: Se presenta la fórmula EVA (Economic Value Added) para medir la generación de valor en términos financieros. El enfoque en la rentabilidad patrimonial y la gestión de costos es un aspecto clave para el éxito empresarial.
Desafíos sociales: El texto aborda problemas sociales como el consumo de alcohol, las drogas, la violencia intrafamiliar y la falta de oportunidades para la juventud. Se destaca la importancia del deporte y la cultura como mecanismos para abordar estos problemas.
Rol de la academia y la formación empresarial: El autor aboga por una formación académica que prepare a los estudiantes para enfrentar desafíos del mundo empresarial y que se centre en competencias clave, como la negociación, el liderazgo y la adaptabilidad.
En general, el autor enfatiza la importancia de una cultura empresarial que promueva la generación de valor, la ética y la responsabilidad social. También hace hincapié en el papel fundamental del recurso humano en la consecución de estos objetivos. La visión presentada se alinea con la idea de un capitalismo consciente y sostenible que busca un impacto positivo en la sociedad en su conjunto.

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