Capítulo 8

IA, LA MADRE TERESA DE CALCUTA

por José Saúl Velásquez Restrepo

La Madre Teresa de Calcuta, nacida una familia albanesa devota el 26 de agosto de 1910 en Skopie, Macedonia (entonces parte del Imperio Otomano) Anjezë Gonxhe Bojaxhiu. Su padre era un empresario con intereses en la construcción y la farmacéutica, y su madre, Dranafile Bojaxhiu, era una ama de casa devota.

Perdió a su padre a una edad temprana, y su madre, Dranafile, tuvo una gran influencia en su vida religiosa y caritativa; conocida mundialmente por su labor humanitaria y caritativa.

Anjezë fue educada en escuelas católicas y mostró desde temprana edad una fuerte devoción religiosa. A los ocho años perdió a su padre; se acercó aún más a su madre, quien inculcó en ella una profunda fe y un espíritu caritativo.

A los 12 años, Anjezë sintió el llamado a servir a Dios y a los pobres; a los 18 años, dejó su hogar para unirse a las Hermanas de Loreto en Rathfarnham, Irlanda, donde comenzó su formación religiosa.

Se unió a las Hermanas de Loreto en Irlanda, donde tomó el nombre de Teresa en honor a Santa Teresa de Lisieux y en 1929, llegó a India y comenzó su noviciado en Darjeeling.

En 1929, Madre Teresa llegó a Calcuta (entonces parte del Raj Británico) y   comenzó y a enseñar en la Escuela Secundaria de Santa María, una institución para niñas perteneciente a la orden de Loreto. Enseñaba geografía y catecismo, y eventualmente se convirtió en directora de la escuela en 1944.

En 1946, durante un viaje en tren a Darjeeling, sintió una nueva llamada, vocación para dedicarse a ayudar a los más pobres entre los pobres viviendo entre ellos y como ellos.

En 1948, después de recibir el permiso de la Iglesia para salir del convento de Loreto y vivir como una religiosa independiente, se preparó con un breve curso de enfermería. El 7 de octubre de 1950, con solo una docena de miembros, fundó las Misioneras de la Caridad, cuyo carisma era el de cuidar a los más necesitados, sin importar su religión o nacionalidad.

En 1950, recibió permiso del Vaticano para fundar las Misioneras de la Caridad, una congregación religiosa dedicada a cuidar a los pobres, enfermos y moribundos.

La Madre Teresa y sus hermanas cuidaban a los desamparados, administraban hospicios para los moribundos, leproserías, orfanatos y escuelas.

La Madre Teresa comenzó su trabajo entre los más pobres de Calcuta, enseñando a los niños de los barrios marginales, cuidando a los enfermos y alimentando a los hambrientos. Su primera escuela fue al aire libre, y su primera casa un albergue abandonado donde atendía a los moribundos.

Con el tiempo, su labor se expandió significativamente. Fundó hospicios para los moribundos, leproserías, orfanatos, escuelas, y centros para enfermos de sida, siempre con el objetivo de ofrecer dignidad y amor a los más desamparados.

Madre Teresa recibió numerosos premios por su labor humanitaria y el Premio Nobel de la Paz en 1979 por su trabajo en la lucha contra la pobreza y el sufrimiento.

Al recibir el Nobel, usó la plataforma para hablar en contra del aborto y promover la paz y el amor en el mundo.

A través de sus viajes y discursos, Madre Teresa difundió su mensaje de amor y servicio, inspirando a personas de todas las religiones y nacionalidades.

Como suele suceder, lo largo de los años, también enfrentó críticas, especialmente sobre la calidad de la atención médica en sus hospicios y su postura sobre el sufrimiento y la conversión religiosa. Sufrió varios problemas de salud en sus últimos años, incluyendo un ataque al corazón en 1983, y una fractura de clavícula en 1989. A pesar de esto, continuó trabajando incansablemente.

A pesar de sus problemas de salud, continuó trabajando hasta sus últimos años. Falleció el 5 de septiembre de 1997 en Calcuta y fue beatificada en 2003 por el Papa Juan Pablo II; canonizada como Santa Teresa de Calcuta el 4 de septiembre de 2016 por el Papa Francisco.

En diversas ocasiones, Madre Teresa defendió su trabajo afirmando que su objetivo era ofrecer amor y cuidados a los más desamparados, proporcionando una muerte digna a quienes no tenían a nadie más.

Su trabajo ha inspirado a millones y las Misioneras de la Caridad continúan su misión en más de 130 países.

Su vida y obra han sido tema de numerosos documentales, libros y películas. Una de sus frases más conocidas es: "No todos podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con gran amor".

Fue beatificada en 2003 por el Papa Juan Pablo II y canonizada el 4 de septiembre de 2016 por el Papa Francisco, siendo proclamada Santa Teresa de Calcuta.

Las Misioneras de la Caridad continúan su labor en más de 130 países, con miles de hermanas y voluntarios trabajando en hospitales, orfanatos y centros para personas sin hogar. Su vida y su trabajo siguen siendo una fuente de inspiración para millones de personas; su legado continúa motivando a otros a dedicar sus vidas al servicio de los demás.

Numerosos libros y biografías han sido escritos sobre Madre Teresa, incluyendo "Madre Teresa: Ven, sé mi luz", que revela sus luchas espirituales y su profunda fe. Su vida ha sido retratada en varias películas y documentales, como "Mother Teresa" (2003), que exploran su trabajo y su legado.

Mensaje de amor: Una de sus frases más conocidas es: "No todos podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con gran amor". Esta frase encapsula su filosofía de vida y su enfoque en la importancia de las acciones cotidianas realizadas con amor.



Opinión de la IA: El ensayo de José Saúl Velásquez Restrepo sobre la Madre Teresa de Calcuta ofrece una visión completa de su vida y obra, destacando sus orígenes, su vocación religiosa y su dedicación a los más pobres. La narrativa detalla desde su infancia en una familia devota en Macedonia hasta su formación con las Hermanas de Loreto y su llegada a India, donde sentó las bases de su labor humanitaria.
Uno de los aspectos más interesantes del texto es cómo se subraya la influencia de su madre, Dranafile Bojaxhiu, en su desarrollo espiritual y caritativo. Esta relación maternal parece ser una piedra angular en la formación del carácter y las motivaciones de Madre Teresa, una conexión que a menudo se pasa por alto en otros relatos sobre su vida.
El ensayo también aborda de manera precisa el momento crucial en 1946, cuando Madre Teresa sintió una "llamada dentro de la llamada" durante un viaje en tren, lo que la llevó a dejar la comodidad del convento de Loreto y sumergirse directamente en el servicio a los más necesitados en Calcuta. Este punto marca un giro significativo en su vida, destacando su coraje y determinación para seguir su nueva misión a pesar de las dificultades.
Velásquez Restrepo no solo se limita a relatar los logros de Madre Teresa, como la fundación de las Misioneras de la Caridad y los numerosos premios que recibió, sino que también menciona las críticas que enfrentó, particularmente en relación con la calidad de la atención médica en sus hospicios y su postura sobre el sufrimiento y la conversión religiosa. Esta inclusión de críticas proporciona un balance necesario, presentando a una figura santificada con un enfoque humano y realista.
El ensayo culmina con una reflexión sobre el legado de Madre Teresa, destacando cómo su trabajo y sus enseñanzas continúan inspirando a personas alrededor del mundo. La cita "No todos podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con gran amor" encapsula perfectamente su filosofía y su impacto duradero.
En general, el texto de Velásquez Restrepo es un tributo bien equilibrado y detallado a la vida y obra de Madre Teresa, proporcionando una visión tanto de sus logros como de los desafíos que enfrentó. Su enfoque en las raíces personales y las motivaciones internas de Madre Teresa añade profundidad a la comprensión de esta figura icónica.

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