Capítulo 3
FLUJO DE EFECTIVO
El flujo de caja es la herramienta más poderosa en finanzas. Analizándolo en cifras del pasado brinda una excelente ayuda para acertar en proyecciones, donde adquiere su verdadero alcance como mecanismo para toma de decisiones.
En términos de matemáticas su preparación es sumamente simple; se reduce a un asunto de sumas y restas complementadas con otros cálculos sencillos. En la práctica se logra cuando la empresa desarrolla una metodología de proyecciones con todas las dificultades e incertidumbre que se presentan, empezando por la disciplina que se requiere de todo el equipo ejecutivo y muy especialmente del grupo que tiene que ver con decisiones de inversión y con el de los ordenadores del gasto.
El ideal para lograr la mejor aproximación en la estimación de los ingresos futuros y lograr disciplina en la programación de desembolsos, buscando que todos ellos se conviertan en facilitadores de los ingresos previstos y de otros a generar en mediano y largo plazo para mejorar la liquidez. Esta, a su vez, da gran ventaja para conseguir rentabilidad en la medida en que se combine con una eficiente administración, lo que produce más liquidez, catapultando el potencial de generación de valor. Además representa el mejor indicador financiero, base para cumplir con todos los compromisos de la empresa, empezando por el funcionamiento.
El flujo de caja sirve en la medida en que sea proyectado con precisión, porque tiene un enfoque previsivo y permite una dinámica que se debe retroalimentar periódicamente de acuerdo con los ciclos de verificación, los cuales dependen del tipo de empresa. Un hipermercado o un banco, por ejemplo, necesitan control diario, para un distribuidor de carros puede ser suficiente trabajar trimestres; todo depende del ciclo operativo del negocio.
Hoy en día, con la hoja electrónica o mediante programación en Excel es muy fácil la parte operativa. La verdadera dificultad se presenta en las premisas para lograr la precisión en su elaboración y para disciplinar toda la organización y hacerle entender que el flujo de caja es la verdadera medida de la liquidez y que su proyección se convierte en una directriz que exige mucha aplicación para obtener todo el provecho que se puede lograr con su utilización.
En resumen, se puede afirmar que para hacer un flujo de caja bien hecho se requiere un proceso de planeación general de la compañía en el corto plazo; el largo plazo es una suma de cortos plazos, enmarcando en una política responsable, pensando desde el principio de continuidad (vida indefinida a menos que se diga expresamente lo contrario).
1. UTILIZACIÓN
a. Para proyectar un negocio nuevo, evaluarlo y tomar la decisión si emprende o se descarta.
b. Para evaluar proyectos.
c. Para tener un panorama claro acerca de la liquidez de la empresa.
d. Para identificar con anticipación necesidades y alternativas de financiamiento, especialmente de tipo temporal, mientras la compañía genera fondos a través de la operación.
e. Para analizar si se requiere una capitalización y determinar su monto.
f. Para detectar una posible sobre inversión en activos líquidos, lo cual nos haría perder rentabilidad.
g. Para estudiar una eventual ampliación de planta o para analizar alternativas de inversión en otros frentes.
h. Para definir un pago de dividendos o una repartición de utilidades.
i. Para valorar una empresa en marcha.
j. Para buscar alternativas en caso de una crisis.
k. Para estudiar posibles absorciones, fusiones o escisiones.
l. Para todo tipo de operaciones de banca de inversión.
2. COMO DEBE PREPARARSE
Se requiere todo un proceso de planeación de la envergadura que sea la decisión a tomar. Para situaciones muy complejas como la salida de una crisis como la del año 2020, generada por la pandemia del COVID-19 o coronavirus; una valoración, una fusión, la contratación de un seguro, un escision, el estudio exige muchos refinamientos y soportes. Para conseguir un crédito relativamente pequeño a seis meses las proyecciones son más simples. Lo que sí es muy importante es una priorización del gasto respetando la legislación al respecto, “asumiendo un proceso de liquidación ordenado”; en otras palabras: combinando las proyecciones de venta (crédito y contado nacional; exportaciones, de acuerdo con la reglamentación del caso en cada país) y las políticas de cobranza, se obtienen los ingresos operativos, la base para hacer un flujo de caja sin tener en cuenta ningún tipo de ingreso diferente a los generados por el negocio mismo. Las entradas diferentes provendrán de decisiones en varios niveles de la pirámide gerencial.
Los egresos, caracterizados por un mayor grado de certidumbre deben clasificarse por periodos mensuales (práctica muy común para mucho tipo de desembolsos) y de acuerdo con el siguiente orden:
a. Fiscales: todas las obligaciones que tienen que ver con el gobierno; tomar omitir o retardar pago de dineros del estado constituye en un riesgo muy alto, además de las implicaciones de tipo moral y penal".
b. Laborales: lo que tiene que ver con los pagos al personal que trabaja en la organización, teniendo en cuenta la fecha de desembolso. Por ejemplo, las cesantías se causan a medida que avanza el periodo pero se pagan en febrero (también pueden programarse pagos en otras fechas, por ejemplo, cuando el trabajador se retira antes de diciembre 31).
c. Funcionamiento: las erogaciones que tiene que pagarse para que la compañía opere y pueda generar efectivo para las diferentes entidades y personas relacionadas; Ejemplo: arrendamientos, servicios públicos, vigilancia, aseo, papelería, mantenimiento, etc.
d. Proveedores: se refiere al pago a quienes suministran bienes y servicios; por su carácter de tales, deben recibir un tratamiento prioritario en términos de la operatividad de la empresa. Con ellos debe pensarse siempre en GANA-GANA y ser muy cumplidos con los pagos por ética, además de las múltiples ventajas prácticas que se pueden negociar con ellos mejorando las condiciones.
e. Entidades financieras.
La diferencia entre los ingresos operativos y los egresos por los cuatro conceptos anteriores (fiscales, laborales, funcionamiento y proveedores) siempre debe ser positiva en el periodo de una año. De lo contrario tiene que existir un problema estructural, por ejemplo, puede ser que la operación no sea rentable, lo que se tendría que corregir antes de pensar en cualquier otro tipo de análisis. También puede obedecer a adquisición de activos fijos cuya recuperación de la inversión es a mediano o largo plazo.
Para ello se utiliza la proyección del estado de resultados y los indicadores tradicionales del análisis financiero y el , porque incluye desembolsos con carácter de inversión y apropiaciones especiales para crecimiento del recurso humano, investigación y desarrollo, posicionamiento y sostenibilidad; se debe acompañar con benchmarking.
Los ajustes que se hagan, en su gran mayoría, tienen efectos sobre el flujo de efectivo; deben adicionarse en la hoja de cálculo. Para que la situación sea "normal" el saldo final acumulado debe terminar con un disponible (caja + inversiones temporales) equivalente al ciclo de caja (días de inventario más días de cartera menos días equivalentes de proveedores) multiplicado por el valor de un día de tesorería, el cual se calcula dividiendo el total de desembolsos de flujo proyectado por el número de días hábiles del ejercicio (año). Si mes a mes se presenta un saldo positivo y al final la partida acumulada es superior a la cifra "normal" indica que se tiene disponible para repartir dividendos a los accionistas o para estudiar alternativas de inversión en otros frentes. Si por el contrario, la situación periódica y el saldo final acumulado es negativo, implica una situación de iliquidez que se debe estudiar cuidadosamente para detectar su alcance y decidir el plan de acción (ver crisis y alternativas).
Una buena forma de hacer el análisis consiste en tomar la matriz de la hoja electrónica discriminada mes a mes, y con datos acumulados y hacer este tipo de cuestionamientos.
a. ¿Cuáles meses presentan los mayores superávit de efectivo y por qué?
b. ¿Cuáles meses presentan déficit y porque?
c. Hacer el mismo cuestionamiento pero por períodos trimestrales.
d. Si no se observa ningún error apreciable, se pasa a cifras acumuladas y luego se compara con los mismos rubros del ejercicio anterior para ver si las grandes diferencias tienen una explicación lógica.
e. Si todo es normal, se suma al saldo inicial (el final del periodo anterior) y se observa el efecto sobre la cifra acumulada.
f. Utilizando el estado de fuentes y aplicaciones de fondos proyectado, se puede analizar si las cifras son consistentes con el flujo de caja.
La gran ventaja de la hoja electrónica consiste en la posibilidad de hacer simulaciones con posibles alternativas viables, por ejemplo:
a. Si se decide un incremento de precios en un % dado (teniendo en cuenta la elasticidad de la demanda) ¿qué ocurre? Este ejercicio se conoce como “análisis de sensibilidad-precio”
b. Si se hace una promoción con un inventario en determinada época ¿cuál será el efecto sobre el flujo de caja?
c. En el mismo caso anterior, ¿qué ocurre con la proyección del estado de resultados?
d. ¿Cuál sería el efecto en caso de hacer una negociación con un factoring?
e. ¿Cómo afectaría una reducción o ampliación de plazos de uno o más proveedores?
f. ¿Qué incidencia tendría una negociación salarial? (aumento porcentual a partir de una fecha).
g. ¿Qué efecto podría tener una operación de leasing en cualquiera de las formas?
h. Qué implicaciones tendría una nueva legislación referente al manejo de divisas, o una eventual variación previsible en su tasa de cambio?
3. FORMAS PARA MEJORAR EL FLUJO DE CAJA
A nivel general, la mayor forma de ayudar a las empresas a mejorar su flujo de caja es atacando la inflación. Cuando, a nivel macroeconómico, la empresa se ve abocada a operar en un ambiente de inflación acentuada, que lleva a frecuentes incrementos de precios, los cuales son una constante para todas las empresas de un mismo país; éste imprevisto macroeconómico se puede afrontar con medidas como:
a. Acortar el ciclo de producción y ventas.
b. Mermar cantidades en inventarios (eficiencia).
c. Mediante una adecuada y eficiente gestión de cartera.
d. Lograr rentabilidad para que se retroalimente con la liquidez.
e. Ser eficientes en la función y gestión de compras.
4. QUÉ EVENTOS ALTERAN EL FLUJO DE EFECTIVO
a. Ineficiencia, la cual genera decrecimiento en la rentabilidad, hecho que tiene directa incidencia en la liquidez, en la medida en que la estructura financiera de la compañía sea adecuada.
b. Manejos sub óptimos de inventario, carteras y fondos.
c. Una reducción de las ventas con relación al presupuesto.
d. Aumentos superiores a los presupuestados en cualquiera de los rubros de egresos.
Concepto de la IA: la opinión expresada por José Saúl Velásquez Restrepo sobre el flujo de efectivo es bastante precisa y detallada. El flujo de efectivo es una herramienta crítica en finanzas que proporciona una visión clara de la liquidez de una empresa y su capacidad para cumplir con sus compromisos financieros. Aquí hay algunas observaciones clave y opiniones sobre su artículo:
Importancia del flujo de efectivo: Velásquez Restrepo enfatiza que el flujo de efectivo es una de las herramientas más poderosas en finanzas. Ofrece una perspectiva en tiempo real de la capacidad de la empresa para generar efectivo y mantener sus operaciones.
Simplicidad matemática: El autor destaca que la preparación del flujo de efectivo implica principalmente operaciones de suma y resta, lo que lo hace matemáticamente simple. Sin embargo, señala que la verdadera complejidad radica en proyectar con precisión los ingresos y gastos futuros.
Utilización del flujo de efectivo: Velásquez Restrepo enumera diversas formas en las que el flujo de efectivo puede ser utilizado, desde evaluar nuevos negocios hasta estudiar posibles fusiones o adquisiciones. Esto resalta la versatilidad de esta herramienta en la toma de decisiones financieras.
Proyección precisa: Subraya la importancia de proyectar el flujo de efectivo con precisión. Una proyección precisa es esencial para tomar decisiones informadas y gestionar la liquidez de manera efectiva.
Periodicidad de la gestión del flujo de efectivo: Se menciona que la frecuencia con la que se debe gestionar el flujo de efectivo depende del tipo de negocio. Algunas empresas pueden requerir un control diario, mientras que otras pueden funcionar con evaluaciones trimestrales.
Herramientas tecnológicas: Se destaca que hoy en día, con herramientas como hojas de cálculo o programas como Excel, la preparación del flujo de efectivo se ha vuelto más accesible desde el punto de vista tecnológico.
Clasificación de los egresos: El autor enfatiza la importancia de clasificar los egresos por categorías, como fiscales, laborales, funcionamiento y proveedores. Esto permite una comprensión más clara de los gastos y su impacto en el flujo de efectivo.
Simulación y análisis de sensibilidad: Se sugiere que las hojas de cálculo permiten realizar simulaciones y análisis de sensibilidad, lo que puede ayudar a comprender cómo diferentes escenarios afectarían el flujo de efectivo.
Mejora del flujo de efectivo: Se mencionan formas generales de mejorar el flujo de efectivo, como acortar el ciclo de producción y ventas, optimizar los inventarios, gestionar de manera eficiente la cartera y ser eficiente en las compras.
Eventos que pueden alterar el flujo de efectivo: El autor identifica eventos que pueden perturbar el flujo de efectivo, como la ineficiencia, cambios en la legislación tributaria y aumentos inesperados en los gastos.
En resumen, el artículo de José Saúl Velásquez Restrepo resalta la importancia del flujo de efectivo en la toma de decisiones financieras y proporciona una guía detallada sobre cómo preparar y utilizar esta herramienta de manera efectiva en la gestión financiera de una empresa. El flujo de efectivo es fundamental para garantizar la liquidez de la empresa y su capacidad para enfrentar eventos inesperados.