Capítulo 17
IA,CUALIDADES VALIOSAS
El silencio es el lenguaje más secreto que conseguimos utilizar. Abre la puerta para comprender y ejecutar las verdades perdurables sobre nosotros mismos, Dios y el mundo que nos rodea. En el encontramos la claridad para expresar sinceramente los valores fundamentales de nuestra alma: paz, amor y alegría. El silencio no significa no tener pensamientos; más bien, representa participar en pensamientos puros y elevados que nutren estos valores dentro de nosotros. El poder del silencio fortalece nuestras habilidades mentales y espirituales para servir a afrontar exitosamente los desafíos.
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CENTRADO
- permite acrecentar el desarrollo personal, aumentando la confianza en sí mismo, la autoestima, la memoria y facilitando la toma de decisiones rápidas, optimizando el tiempo, lo que equivale incrementar la productividad, la mejor herramienta para atacar la inflación.
- Para dominar la concentración se requiere dormir muy bien, comer alimentos poco refinados; liberarse del estrés; escribir frecuentemente, practicar deportes (muy especialmente el ajedrez y el baile); dibujar algo relacionado con el tema; escuchar música relajante; definir periodos de acuerdo con la persona ejercitante y otras que sirvan para reducir la ansiedad y generar un mayor flujo de sangre al cerebro.
- Con los avances de la revolución digital, especialmente con la inteligencia artificial (IA) se hace imperioso desarrollar la capacidad de concentración en un mundo lleno de distractores, para avanzar en la capacidad de generar pensamientos innovadores, buscando acontecimientos disruptivos para no dejarnos desplazar como ocurre permanentemente con las personas dedicadas a trabajos repetitivos.
- Una mentalidad positiva, con un propósito de vida y resiliencia o capacidad de adaptarse a situaciones difíciles y recuperarse permite alcanzar la felicidad en la vida cotidiana, en la medida que aprendamos a vivir concentrados en lo que hacemos, viviendo un eterno presente y disfrutando, antes de dormir, repasando las acciones del día sin calificarlas, vía para inducir al sueño.
- Desarrollan la resistencia emocional y mejoran la salud física, la empatía y su ejercicio profesional.
- Tienen menos problemas de salud y mejor rendimiento en su trabajo.
- Mejor sueño, con niveles más bajos de ansiedad y depresión.
- SABER GUARDAR SILENCIO
es un gran aliado para el sistema inmunológico.
- FLEXIBILIDAD
- PRUDENCIA
El PAPA, hablando sobre la prudencia en Plaza de San Pedro dijo: en un mundo dominado por las apariencias, por los pensamientos superficiales, por la banalidad tanto del bien como del mal, la antigua lección de la prudencia merece ser recuperada.
es la cualidad de quienes están llamados a gobernar: saben que administrar es difícil, que hay muchos puntos de vista y que es preciso tratar de armonizarlos, que no se debe hacer el bien de algunos, sino el de todos.
La acción del ser humano está en manos de su inteligencia y de su libertad. La persona prudente es creativa: razona, evalúa, trata de comprender la complejidad de la realidad; no se deja llevar por las emociones, la pereza, las presiones, las ilusiones. Quien es prudente no elige al azar: ante todo, sabe lo que quiere, luego pondera las situaciones, se deja aconsejar y, con amplitud de miras y libertad interior, elige qué camino tomar.
la prudencia enseña muchas cosas: que "lo perfecto es enemigo de lo bueno", que un exceso de celo, en algunas situaciones “puede generar conflictos e incomprensiones", que es necesario ser previsor y tener en cuenta el pasado:
La persona prudente sabe custodiar la memoria; no porque tenga miedo al futuro, sino porque sabe que la tradición es un patrimonio de sabiduría. La vida está hecha de una continua superposición de cosas antiguas y cosas nuevas, y no es bueno pensar siempre que el mundo empieza con nosotros, que tenemos que afrontar los problemas desde cero.
- HONESTIDAD
un ser humano digno se respeta y se valora a sí mismo, al tiempo que es respetado y valorado, lo que implica que todos los seres humanos gocen de los derechos fundamentales y sean tratados en pie de igualdad. Una persona honesta es integra; muy consciente de sí misma; habla y actúa francamente; no miente ni engaña, no roba ni hace trampas. Es respetuosa de los demás y sus pertenencias; tiene el coraje de defender siempre la verdad donde le corresponda; sabe de sus limitaciones; lucha por lo que cree. Se caracteriza por no decir siempre lo que piensa; no se queda callada. Tiene relaciones sanas; no tolera la mentira, cumple lo que promete; vive respetado y apreciado por la gente de bien y además, inspira.
Es importante recordar que nadie es perfecto y que todos estamos en constante proceso de crecimiento y desarrollo personal. La persona "ideal" puede ser un objetivo a seguir, pero es sustancial reconocer y valorar la diversidad de habilidades, talentos y experiencias que cada individuo aporta al mundo dependiendo de la cultura, los valores personales y las circunstancias individuales.
Empatía: ser capaz de entender y compartir los sentimientos de los demás, y actuar con compasión y consideración.
Integridad: vivir de manera ética y honesta, manteniendo coherencia entre las palabras y acciones.
Resiliencia: enfrentar los desafíos de la vida con determinación, adaptabilidad y optimismo, aprendiendo de las experiencias difíciles.
Generosidad: mostrar grandeza hacia los demás, ya sea a través de acciones, tiempo o recursos, sin esperar nada a cambio.
Humildad: reconocer las propias limitaciones y errores; estar dispuesto a cotejar y crecer a partir de ellos.
Responsabilidad: asumir el compromiso de sus acciones y decisiones esforzandose por cumplirlos.
Respeto: acatar a los demás con respeto, independientemente de sus diferencias en términos de género, raza, religión u orientación sexual.
Determinación: persistencia y dedicación para alcanzar metas y superar obstáculos, demostrando una fuerte voluntad y motivación.
Optimismo: mantener una actitud positiva y esperanzadora, incluso en situaciones difíciles; ser capaz de inspirar y motivar a los demás.
Autenticidad: ser fiel a sí mismo y actuar de acuerdo con los propios valores y convicciones, en lugar de tratar de cumplir con las expectativas de los demás.
Tolerancia: aceptar y respetar las diferencias individuales, culturales y de opinión.
Compasión: sentir empatía por el sufrimiento de los demás y actuar para ayudarlos.
Respecto a si estas cualidades se heredan, existe un debate entre la influencia de la genética y el ambiente en el desarrollo de la personalidad y el carácter. Si bien algunos rasgos pueden tener una predisposición genética, como ciertas características de la personalidad, el entorno familiar, la educación, las experiencias de vida y la interacción social también desempeñan un papel crucial en la formación de las cualidades humanas. Se pueden adquirir y acrecentar estas cualidades:
Educación y modelado: La educación desde la infancia, tanto en el hogar como en la escuela, desempeña un papel fundamental en la transmisión de valores y la promoción de cualidades positivas. Los modelos a seguir, como padres, maestros y figuras de autoridad, pueden influir en el desarrollo de estas cualidades al demostrarlas en su propio comportamiento..
Experiencias de vida: Las experiencias personales y las interacciones sociales proporcionan oportunidades para cultivar y fortalecer las cualidades humanas. Las experiencias tanto positivas como negativas pueden enseñar lecciones valiosas y promover el crecimiento personal.
Práctica deliberada: al igual que cualquier habilidad, el desarrollo de cualidades humanas requiere práctica y esfuerzo consciente. Esto implica tomar decisiones deliberadas para actuar de manera altruista, empática, honesta, etc., incluso cuando resulte difícil.
Reflexión y autoconocimiento: tomarse el tiempo para reflexionar sobre uno mismo, identificar fortalezas y áreas de mejora, y trabajar en el crecimiento personal puede ayudar a fortalecer las cualidades humanas. El autoconocimiento es fundamental para el desarrollo personal y la automejora.
Feedback y apoyo: recibir retroalimentación constructiva de personas de confianza puede ser útil para identificar áreas de mejora y seguir creciendo en las cualidades humanas. El apoyo de amigos, familiares y mentores puede brindar motivación y aliento en este proceso; si bien algunas cualidades humanas pueden tener una base genética, su desarrollo y fortalecimiento dependen en gran medida del entorno, la educación, las experiencias personales y el esfuerzo consciente
Concepto de la IA: el texto "CUALIDADES VALIOSAS" por José Saúl Velásquez Restrepo presenta una serie de cualidades y virtudes que son ampliamente valoradas en la sociedad. Aquí tienes algunas observaciones sobre las cualidadescionadas:
Calma y Centrado: La importancia de mantener la calma y la concentración en un mundo lleno de distracciones es fundamental para el bienestar personal y la productividad. La sugerencia de diversas prácticas para cultivar estas habilidades, como la meditación y el ejercicio mental, es acertada.
Gratitud: Reconocer y apreciar lo que se tiene es esencial para cultivar una actitud positiva y reducir el estrés. La investigación citada respalda la idea de que la gratitud está vinculada a diversos beneficios para la salud y el bienestar emocional.
Silencio: El silencio como una herramienta para la reflexión y la relajación es una idea valiosa. La evidencia proporcionada sobre los beneficios del silencio para la salud física y mental subraya su importancia en un mundo cada vez más ruidoso y frenético.
Flexibilidad: La capacidad de adaptarse al cambio es crucial en la vida moderna y en el ámbito laboral. Ser capaz de aceptar nuevas ideas y circunstancias con naturalidad es una habilidad valiosa para navegar por los desafíos de la vida.
Prudencia y Honestidad: Estas cualidades son fundamentales para tomar decisiones informadas y actuar con integridad. La importancia de pensar antes de actuar y ser honesto consigo mismo y con los demás se destaca como pilares de una vida ética y satisfactoria.
En cuanto a la discusión sobre si estas cualidades se heredan o se adquieren, el texto presenta argumentos sólidos que respaldan la idea de que tanto la genética como el entorno juegan un papel en el desarrollo de la personalidad y el carácter. La sugerencia de educación, modelado, experiencias de vida, práctica deliberada, reflexión y apoyo como medios para cultivar estas cualidades es acertada y respaldada por la investigación en psicología y desarrollo humano.
En resumen, el texto ofrece una perspectiva enriquecedora sobre las cualidades humanas valiosas y cómo cultivarlas para mejorar la calidad de vida y el bienestar personal.