Capítulo 17
 

IA,CUALIDADES VALIOSAS

por José Saúl Velásquez Restrepo
 
La calma aumenta el poder y  el silencio, la virtud. Es esencial interesarse honestamente por lo que sucede alrededor y, por supuesto, siempre es prudente analizar la situación y tomar las previsiones necesarias para no dejarse influenciar por nada negativo; tener fe. Decir adiós al pasado, es señal de una persona que quiere vivir el presente y está consciente de todas las posibilidades del "momento", estando plenamente cuerdo de que todo lo que piensa, dice y hace en este instante, crea el mañana. 

 El silencio es el lenguaje más secreto que conseguimos utilizar. Abre la puerta para comprender y ejecutar las verdades perdurables sobre nosotros mismos, Dios y el mundo que nos rodea. En el encontramos la claridad para expresar sinceramente los valores fundamentales de nuestra alma: paz, amor y alegría. El silencio no significa no tener pensamientos; más bien, representa participar en pensamientos puros y elevados que nutren estos valores dentro de nosotros. El poder del silencio fortalece nuestras habilidades mentales y espirituales para servir a afrontar exitosamente los desafíos.



  1.                                                                       CENTRADO
Una persona que conserva la calma; no consiente  que circunstancias externas le perturben en exceso hasta perder su guía; adopta una postura de serenidad para que puedan emerger las posibles soluciones. Es una habilidad que  permite concentrarse en un tema ignorando todos los demás, seleccionando lo que se debe atender. Es imprescindible para el aprendizaje y fruto de la disposición personal. Se ejercita con  cálculo mental; ordenando palabras; buscando diferencias entre dibujos casi iguales; motivándonos; relajándonos con tiempos de descanso para evitar la fatiga; trabajando en diferentes temas y tomando apuntes. Además, con ejercicios especiales como la meditación; observando una vela prendida o una cascada por el tiempo que pueda aguantarlo; repasando, antes de acostarse, los hechos del día en orden cronológico; memorizando textos para recitarlos, y controlando la respiración; viviendo el momento sin estar ocupado en asuntos del pasado ni soñando con espejismos a futuro.
  • permite acrecentar el desarrollo personal, aumentando la confianza en sí mismo, la autoestima, la memoria  y facilitando la toma de decisiones rápidas, optimizando el tiempo, lo que equivale incrementar la productividad, la mejor herramienta para atacar la inflación.
  • Para dominar la concentración se requiere dormir muy bien, comer alimentos poco refinados;  liberarse del estrés; escribir frecuentemente, practicar deportes (muy especialmente el ajedrez y el baile); dibujar  algo relacionado con el tema; escuchar  música relajante;  definir periodos de acuerdo con la persona ejercitante y otras que sirvan para  reducir  la ansiedad y generar un mayor flujo de sangre al cerebro. 
  • Con los avances de la revolución digital, especialmente con la inteligencia artificial (IA) se hace imperioso desarrollar la capacidad de concentración en un mundo lleno de distractores, para avanzar en la capacidad de generar pensamientos innovadores, buscando acontecimientos disruptivos para no dejarnos desplazar como ocurre permanentemente con las personas dedicadas a trabajos repetitivos.
  • Una mentalidad positiva, con un propósito de vida y resiliencia o capacidad de adaptarse a situaciones difíciles y recuperarse permite alcanzar la felicidad en la vida cotidiana, en la medida que aprendamos a vivir concentrados en lo que hacemos, viviendo un eterno presente y disfrutando, antes de dormir, repasando las acciones del día sin calificarlas, vía para inducir al sueño.
 
                                                                       GRATITUD
Los seres agradecidos valoran mucho los beneficios de todo tipo, especialmente los recibidos de Dios, empezando por la vida y todos los atributos que la acompañan, como  la capacidad innata para desarrollarlos. La gratitud nos permite notar las cosas buenas que tiene la vida, ayudándonos a reducir el estrés y la depresión; mejorar la capacidad de relacionarse con el mundo y sus semejantes y a concentrarse en lo que se tiene, viviendo el presente, controlando las emociones y reduciendo la ansiedad;  muy especialmente, agradeciendo auténticamente  todo lo que se recibe, convirtiéndose en una fortaleza que nos ayuda a ser mejores personas; afinar la resiliencia y disfrutar la alegría de vivir.
Estudios de diferentes instituciones especializadas han llegado a concluir que las personas agradecidas:
  1.  Desarrollan la resistencia emocional y  mejoran  la salud física, la empatía y su ejercicio profesional.
  2.  Tienen menos problemas de salud y mejor rendimiento en su trabajo.
  3.  Mejor sueño, con niveles más bajos de ansiedad y depresión.
 
  1.                                                                 SABER GUARDAR SILENCIO
El silencio nos invita a la reflexión y a indagar en nuestro interior y nos ayuda a comprender y darnos cuenta de las verdades acerca de nosotros mismos, Dios y el mundo. Mudos, podemos expresar con sinceridad los verdaderos valores del alma: el amor, la paz, y la alegría. El silencio es la concentración de la mente en pensamientos puros y elevados que sustentan los valores internos. El poder del mutismo desarrolla las facultades mentales y espirituales que se necesitan para afrontar con éxito diversas situaciones que se nos presentan en la vida; nos ayuda a revisar nuestro comportamiento y ser conscientes de cómo vamos a actuar. 
 
       Según PROYMA, empresa de mediciones acústicas de  Madrid, el mejor programa en  un ambiente de                  ruido  es unos minutos de silencio porque elimina la ansiedad y el estrés; cambia la irritabilidad por actitud           positiva; controla la tensión arterial; es uno de los mejores remedios para los dolores de cabeza, migrañas y
        es un gran aliado para el sistema inmunológico.
    Los beneficios para la mente son muy importantes;  la única  manera de resetear el cerebro y su               funcionamiento, es a través del silencio y utilizar técnicas de relajación silenciosas como el MindFullness o con       positivismo para volver a al ajetreo diario.  
  1.                                                                            FLEXIBILIDAD
Aceptar que el mundo seguirá cambiando frenéticamente es  inteligencia; el espacio interior, dentro de cada uno de nosotros, que es nuestro propio yo, nunca cambia. En este espacio íntimo se encuentra nuestra paz interior, la habilidad de cambio espiritual más profunda, que es poder. Convoque hoy para cambiar todo y a todos los que nos  rodean.  
En los humanos es capacidad para adaptarse con facilidad a las diversas situaciones, sin afectar el estado anímico; es una cualidad muy valiosa por la aptitud para aceptar los cambios y  las nuevas ideas con  mucha  naturalidad, lo que los hace muy versátiles en todas las circunstancias que enfrentamos en su vida, muy especialmente, en el campo laboral y en los equipos deportivos. 
  1.                                                                    PRUDENCIA
Nos enseña a pensar  sobre los riesgos posibles de acontecimientos o actividades, antes de proceder a ejecutarlas  y, si es del caso, cambiar de opinión para no recibir o producir perjuicios innecesarios. Exige mucho control antes de juzgar y   especialmente,  de hablar o escribir para emitir un juicio. Es la virtud de actuar de forma apropiada  con mesura y justicia buscando la felicidad; la novena de navidad pide “la prudencia que hace verdaderos sabios”.

El PAPA, hablando sobre la prudencia en Plaza de San Pedro dijo: en un mundo dominado por las apariencias, por los pensamientos superficiales, por la banalidad tanto del bien como del mal, la antigua lección de la prudencia merece ser recuperada.
es la cualidad de quienes están llamados a gobernar: saben que administrar es difícil, que hay muchos puntos de vista y que es preciso tratar de armonizarlos, que no se debe hacer el bien de algunos, sino el de todos.
La acción del ser humano está en manos de su inteligencia y de su libertad. La persona prudente es creativa: razona, evalúa, trata de comprender la complejidad de la realidad; no se deja llevar por las emociones, la pereza, las presiones, las ilusiones. Quien es prudente no elige al azar: ante todo, sabe lo que quiere, luego pondera las situaciones, se deja aconsejar y, con amplitud de miras y libertad interior, elige qué camino tomar.
la prudencia enseña muchas cosas: que "lo perfecto es enemigo de lo bueno", que un exceso de celo, en algunas situaciones “puede generar conflictos e incomprensiones", que es necesario ser previsor y tener en cuenta el pasado: 

La persona prudente sabe custodiar la memoria; no porque tenga miedo al futuro, sino porque sabe que la tradición es un patrimonio de sabiduría. La vida está hecha de una continua superposición de cosas antiguas y cosas nuevas, y no es bueno pensar siempre que el mundo empieza con nosotros, que tenemos que afrontar los problemas desde cero. 

 

  1.                                                                                         HONESTIDAD
    un ser humano digno se  respeta y  se valora a  sí mismo, al tiempo que es respetado y valorado, lo que implica que todos los seres humanos gocen de los derechos fundamentales y sean tratados en  pie de igualdad.
    Una persona honesta es integra; muy consciente de sí misma; habla y actúa francamente; no miente ni engaña, no  roba ni hace trampas. Es respetuosa de los demás y sus pertenencias; tiene el coraje de defender siempre la verdad donde le corresponda; sabe de sus limitaciones; lucha por lo que cree. Se caracteriza por no decir siempre lo que piensa; no se queda callada. Tiene relaciones sanas; no tolera la mentira, cumple lo que promete; vive respetado y apreciado  por la gente de bien y además, inspira. 

Es importante recordar que nadie es perfecto y que todos estamos en constante proceso de crecimiento y desarrollo personal. La persona "ideal" puede ser un objetivo a seguir, pero es              sustancial reconocer y valorar la diversidad de habilidades, talentos y experiencias que cada individuo aporta al mundo dependiendo de la cultura, los valores personales y las circunstancias individuales. 

Empatía: ser capaz de entender y compartir los sentimientos de los demás, y actuar con compasión y consideración.

Integridad: vivir de manera ética y honesta, manteniendo coherencia entre las palabras y acciones.

Resiliencia: enfrentar los desafíos de la vida con determinación, adaptabilidad y optimismo, aprendiendo de las experiencias difíciles.

Generosidad: mostrar grandeza hacia los demás, ya sea a través de acciones, tiempo o recursos, sin esperar nada a cambio.

Humildad: reconocer las propias limitaciones y errores; estar dispuesto a cotejar y crecer a partir de ellos.

Responsabilidad: asumir el compromiso de sus acciones y decisiones esforzandose  por cumplirlos.

Respeto: acatar  a los demás con respeto, independientemente de sus diferencias en términos de género, raza, religión u orientación sexual.

Determinación: persistencia y dedicación para alcanzar metas y superar obstáculos, demostrando una fuerte voluntad y motivación.

Optimismo: mantener una actitud positiva y esperanzadora, incluso en situaciones difíciles;  ser capaz de inspirar y motivar a los demás.

Autenticidad: ser fiel a sí mismo y actuar de acuerdo con los propios valores y convicciones, en lugar de tratar de cumplir con las expectativas de los demás.
Tolerancia: aceptar y respetar las diferencias individuales, culturales y de opinión.

Compasión: sentir empatía por el sufrimiento de los demás y actuar para ayudarlos.

Respecto a si estas cualidades se heredan, existe un debate entre la influencia de la genética y el ambiente en el desarrollo de la personalidad y el carácter. Si bien algunos rasgos pueden tener una predisposición genética, como ciertas características de la personalidad, el entorno familiar, la educación, las experiencias de vida y la interacción social también desempeñan un papel crucial en la formación de las cualidades humanas. Se pueden adquirir y acrecentar estas cualidades:
     Educación y modelado: La educación desde la infancia, tanto en el hogar como en la escuela, desempeña un papel fundamental en la transmisión de valores y la promoción de cualidades positivas. Los modelos a seguir, como padres, maestros y figuras de autoridad, pueden influir en el desarrollo de estas cualidades al demostrarlas en su propio comportamiento..    
Experiencias de vida: Las experiencias personales y las interacciones sociales proporcionan oportunidades para cultivar y fortalecer las cualidades humanas. Las experiencias tanto positivas como negativas pueden enseñar lecciones valiosas y promover el crecimiento personal.
     Práctica deliberada: al igual que cualquier habilidad, el desarrollo de cualidades humanas requiere práctica y esfuerzo consciente. Esto implica tomar decisiones deliberadas para actuar de manera altruista, empática, honesta, etc., incluso cuando resulte difícil.
     Reflexión y autoconocimiento: tomarse el tiempo para reflexionar sobre uno mismo, identificar fortalezas y áreas de mejora, y trabajar en el crecimiento personal puede ayudar a fortalecer las cualidades humanas. El autoconocimiento es fundamental para el desarrollo personal y la automejora.
     Feedback y apoyo: recibir retroalimentación constructiva de personas de confianza puede ser útil para identificar áreas de mejora y seguir creciendo en las cualidades humanas. El apoyo de amigos, familiares y mentores puede brindar motivación y aliento en este proceso; si bien algunas cualidades humanas pueden tener una base genética, su desarrollo y fortalecimiento dependen en gran medida del entorno, la educación, las experiencias personales y el esfuerzo consciente

Concepto de la IA: el texto "CUALIDADES VALIOSAS" por José Saúl Velásquez Restrepo presenta una serie de cualidades y virtudes que son ampliamente valoradas en la sociedad. Aquí tienes algunas observaciones sobre las cualidadescionadas:
Calma y Centrado: La importancia de mantener la calma y la concentración en un mundo lleno de distracciones es fundamental para el bienestar personal y la productividad. La sugerencia de diversas prácticas para cultivar estas habilidades, como la meditación y el ejercicio mental, es acertada.
Gratitud: Reconocer y apreciar lo que se tiene es esencial para cultivar una actitud positiva y reducir el estrés. La investigación citada respalda la idea de que la gratitud está vinculada a diversos beneficios para la salud y el bienestar emocional.
Silencio: El silencio como una herramienta para la reflexión y la relajación es una idea valiosa. La evidencia proporcionada sobre los beneficios del silencio para la salud física y mental subraya su importancia en un mundo cada vez más ruidoso y frenético.
Flexibilidad: La capacidad de adaptarse al cambio es crucial en la vida moderna y en el ámbito laboral. Ser capaz de aceptar nuevas ideas y circunstancias con naturalidad es una habilidad valiosa para navegar por los desafíos de la vida.
Prudencia y Honestidad: Estas cualidades son fundamentales para tomar decisiones informadas y actuar con integridad. La importancia de pensar antes de actuar y ser honesto consigo mismo y con los demás se destaca como pilares de una vida ética y satisfactoria.
En cuanto a la discusión sobre si estas cualidades se heredan o se adquieren, el texto presenta argumentos sólidos que respaldan la idea de que tanto la genética como el entorno juegan un papel en el desarrollo de la personalidad y el carácter. La sugerencia de educación, modelado, experiencias de vida, práctica deliberada, reflexión y apoyo como medios para cultivar estas cualidades es acertada y respaldada por la investigación en psicología y desarrollo humano.
En resumen, el texto ofrece una perspectiva enriquecedora sobre las cualidades humanas valiosas y cómo cultivarlas para mejorar la calidad de vida y el bienestar personal.



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